En la mitología griega, las nereidas eran las ninfas del mar, hijas de Nereo y de Doris.
A Doris, la oceánide, hija de Oceano y Tetis, se la suele describir con epítetos como «salobre», «azul» o «que envuelve de espuma las cavernas cristalinas», pero siempre recalcando su naturaleza marina.
Doris apenas es mencionada en los textos mitográficos, que suelen hacer hincapié en su papel como madre de las nereidas. En Las metamorfosis es mencionada hasta tres veces, pero en uno de los pasajes habla acerca de los númenes marinos:
Las aguas tienen sus dioses de color azul verdoso, el canoso Tritón, el cambiante Proteo, Egeón, que aprieta con sus brazos el dorso inmenso de las ballenas, Doris y sus hijas, que aparecen unas nadando, otras sentadas en las rocas secándose los verdes cabellos, y otras cabalgando sobre un pez; no tienen todas la misma cara, ni tampoco caras distintas, como conviene a las hermanas.
OVIDIO: Las metamorfosis II 9-14.
La palabra “nereida” significa “hija de Nereo”, quien era dios del mar, al igual Poseidón, pues en la Antigüedad no era extraño que más de una divinidad representar la misma parte de la naturaleza.
Se cuenta que Pontos, el mar, hijo de Gea, engendrado por sí misma sin emparejarse con una deidad masculina, según Hesíodo; o hijo de Gea y Eter el aire según Higinio, se emparejó con su madre Gea, y de esa unión nació Nereo, y de Nereo y de Doris, nacieron 50 nereidas.
Las nereidas salían a la superficie, montadas en delfines y en otros animales marinos, y eran muy adoradas. Se construían altares en honor a ellas en las orillas de los mares y en acantilados para dejarle diferentes ofrendas, como aceites, miel y leche. Para los antiguos griegos, ellas representaban todo lo bello y amable del mundo marino, coronadas por corales, decían que también cantaban con sus hermosas voces mientras bailaban junto a su padre.
Mientras algunos antiguos decían que las nereidas protegían a los marinos en sus travesías y vivían en palacios de cristal, otros las encontraban con delfines, monstruos marinos e incluso hipocampos. Hesíodo nos comenta que ellas calman fácilmente las olas sobre el brumoso mar y las ráfagas de furiosos vientos. En general, la Nereidas aparecen en los mitos más como espectadoras que como protagonistas.
Sin embargo, las que más se destacaron fueron Tetis, madre del poderoso Aquiles; Galatea, deseada por el cíclope Polifemo pero amada por Acis, y Anfitrite, esposa de Poseidón. Todas participan también en la leyenda de Jasón y los Argonautas, y en el mito del castigo de Andrómeda.
EL mosaico romano que ilustra este artículo, es conocido como “Mosaico del Océano y las Nereidas” y se encontró junto al río Pisuerga en la llamada Villa Possídica de Dueñas en Palencia. Podemos ver en su zona centro al Dios griego Océano, se rodea de sus nietas las Nereidas que parecen significar las olas del mar, rodeadas de peces y animales mitológicos. Todo el conjunto estaba sobre unos baños de la zona, donde este sería el suelo de una gran habitación, la base de una de las estancias principales.

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